Patología musculotendinosa

Patología musculotendinosa

Las contracturas en raquis son una de las patologías más frecuentes de la columna.


Es una de las patologías más frecuentes en edades comprendidas entre los 20 años y los 70 años pero es una patología que cada vez se ve más frecuentemente en niños de edad escolar. Causa dolor importante y limitación.



Causas

CONTRACTURAS POR DEFENSA:

Suele producirse por traumatismo y suelen autorresolverse en unos 3 días.


CONTRACTURAS POR SOBRECARGA:

Van apareciendo de forma lenta y progresiva y se deben a malas posturas o mal gestos habitualmente repetidos en nuestra actividad diaria. Será muy importante la corrección postural y la tonificación muscular así como estiramientos específicos.


CONTRACTURAS POR HIPOTONÍA:

Suelen producirse en músculos que se someten a mayor sobrecarga de la que soportan. Son frecuentes en la práctica deportiva y requieren de una adecuada planificación en el entrenamiento.

Es muy importante los estiramientos para su tratamiento.


CONTRACTURAS POR DESHIDRATACION:

Son las asociadas a la edad o a una mala nutrición e hidratación. Un músculo deshidratado acumula por su incorrecto metabolismo sustancias tóxicas que provocan el dolor y la rigidez.

Tratamiento y prevención

La mejor medida para cualquier patología es sin duda la prevención y dado que las contracturas suelen ser debida en su mayor parte a algún factor evitable, se debe incidir en primer lugar en este pilar básico.


Es esencial la corrección postural que va desde la adecuación de nuestro lugar de trabajo, nuestro lugar de descanso y de recreo que serán en las que mayor tiempo pasemos.


Es importante que las persones con trabajos sedentarios hagan una pausa de 2 minutos cada hora para levantarse y hacer algún estiramiento. 


Es importante incorporar alguna actividad física a nuestra rutina de vida (caminar o ir en bicicleta hasta el trabajo, subir escaleras en vez de ascensor…). Estas actividades por nimias que parezcan activan nuestro aparato locomotor y nuestro sistema circulatorio lo que aporta más oxígeno a nuestra musculatura.


Si las contracturas son duraderas y persistentes precisarán tratamiento farmacológico que solo debe tomar bajo indicación médica y fisioterapia descontracturante.


Para las contracturas cervicales crónicas es importante también descartar patología de la articulación temporomandibular, mala oclusión, bruxismo…

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